jueves, 18 de abril de 2019

Vasti; cuando “perder” significa ser libre.


  • -      Te entiendo, pero, ¿te sientes a gusto así?
  • -      No, no me siento a gusto, y estoy llegando a mí límite. Jamás antes había hecho esto, reclamarle a alguien más, cuando sé que, al único que debería reclamarle es a él. Siento, me estoy sacrificando demás.


Ésta fue una conversación que tuve con una amiga, y junto con la historia de Vasti en el libro de Ester capítulo uno.  (https://www.biblegateway.com/passage/?search=Ester+1&version=NBLH)  quiero hablar sobre la libertad que se obtiene cuando pierdes lo que denigra tu espíritu.

Vasti, en los escritos bíblicos, fue una reina persa pagana, y era la reina del rey Asuero (Jerjes I) que, según la mayoría de los eruditos su reinado fue entre los años 482 y 478 a.C. Las mujeres persas según las PFT (Tablillas de la Fortaleza de Persépolis) asumían roles importantes en la antigua Persia, eran figuras notables que disfrutaban del poder, influencia y oportunidades económicas. Quienes integraban la realeza podían incluso celebrar sus propios consejos y, por ende, asesorar al rey. Con esta información podemos darnos una idea de la cultura y el carácter de Vasti cuando desafío al rey Asuero. La biblia nos habla en el versículo diez, que el corazón del rey estaba alegre, en otras palabras, más acorde a la realidad, quiere decir, que el rey estaba “ebrio”. Después de beber por siete días, y estar mostrando su gloriosa majestad, ¿Qué se podía esperar? Había bebido tanto, que les pide a sus eunucos traigan a su hermosa Vasti con la corona regia para presumir a sus invitados la gran belleza de su reina. Sí, ya había presumido el esplendor de su reinado, ahora tocaba su mayor conquista, quiso exhibir a Vasti como un trofeo, una cosa, algo capaz de volver locos a todos los presentes, que, si recordamos bien, también estaban ebrios, pudiendo olvidarse de su título nobiliario y también de que Vasti era una mujer y no un objeto de exhibición.
Vasti, cuando supo que tenía que presentarse ante el rey, no quiso comparecer ante él. Ella también estaba en un festín con las mujeres, y no sabemos si ella estaba en embriaguez, tal vez sí, tal vez no. Sólo habla de que no acató las órdenes del rey. Y eso, encendió la ira de él (vr. 11) ella, como todos en el palacio, conocía lo que implicaba desobedecer las órdenes del rey. Y tuvo el carácter y sobre todo el valor necesario para negarse a ser exhibida como un artículo de venta en el mercado. Sabía o se imaginaba que, al negarse, podría perder la corona, los lujos y comodidades, desaparecer en el devenir de la historia (y sabemos desapareció, al menos en el relato bíblico) incluso, podríamos asegurar que había posibilidades de muerte por enfrentarse al rey abiertamente.
En la historia bíblica hay un versículo que me causa profunda tristeza, el versículo diecisiete, narra que el desafío de Vasti llegaría a oídos de todas las mujeres casadas y eso las incitaría a actuar igual con sus maridos. Pero, aquí no se expresan las razones por las cuales Vasti no se presentó. Si cambiamos el panorama y nos volvemos al siglo XXI con una esposa joven, un marido en estado de embriaguez por varios días, que le exige se exhiba ante sus amigos ebrios, sin importarle la dignidad y respeto que se merece su esposa simplemente por ser, una persona ¿Qué opinaríamos? Quizá un, “está loco” “eso es violencia” o “que lo deje”, entonces ¿por qué no podemos pensar lo mismo con respecto a Vasti? Ella apostó por su dignidad y amor propio, ella nos muestra que no importa perder la corona, si vas a ganar tu libertad. Ella nos demuestra que perder ante la sociedad es ganar internamente.
Me he topado con muchas mujeres, que tienen que aguantar un maltrato (tanto físico como emocional) por “el qué dirán” otras que se escudan en sus hijos por quererles dar una familia. Sin tener idea del concepto de familia; el término familia al que quiero referirme, es “núcleo que cubre todas mis necesidades” [Meza-Flores; 50 Respuestas, pág. 89] y en lugar de ganar cubrir las necesidades de sus hijos en el hogar, están ganando huecos cada vez más grande en su espíritu y conducta.  
También me he topado con otras tantas, que llenas de odio y deseos de venganza o con frases muy marcadas en “le haré la vida de cuadritos” o “pagará caro lo que me hace” están llenando su vida diaria de odio, rencor y desesperanza, trayendo consigo enfermedades, no sólo emocionales si no físicas. Niegan una realidad evidente, por querer aparentar vidas que no existen o un amor lleno de mentiras. El amor que excluye la sinceridad, no puede llamarse amor.  [Miller, Alice; el cuerpo nunca Miente, pág. 200] 
El desafio de Vasti, no enseña un amor propio, un amor por la dignidad, por tener el valor de librarnos de aquellos que perturban nuestro día a día, donde no necesitamos la aprobación de una sociedad ebria y con tintes machistas que nos vean como burla o trofeo. Nos enseña que perder a quienes, en su postura de superioridad arcaica quieran jugar con nuestra esencia e integridad. Podemos aprender que nada tiene más valor que la lealtad a una misma, y eso implica cerrarle la puerta a quien sólo quiere llenar de basura nuestra alma.
Con un té de hierbabuena en mano, suspira, y saca de tu vida a todos esos individuos indeseables que sólo quieren derrocar tu espíritu y tu alma. Llénate de valor, pierde la corona, gana tu libertad y cambia de reino.




martes, 16 de abril de 2019

En Sororidad...


¿Qué es la sororidad?

Según la RAE (real academia española) es la agrupación que se forma por la amistad y reciprocidad entre mujeres que comparten el mismo ideal y trabajan por alcanzar un mismo objetivo. (http://lema.rae.es/damer/srv/search?id=SSSiTk6rtx0AZKCxDMg) pero para explicarlo más a fondo, se emplea para referirse a la solidaridad entre mujeres con respecto a las cuestiones sociales de género. Sororidad, es un término derivado del latín, soror que significa hermana. Es una expresión para hacer mención a la solidaridad que existe (o debiera existir) entre mujeres, especialmente en las sociedades patriarcales. Se puede referir también al apoyo, convivencia y solidaridad entre las mujeres frente a los problemas sociales que se presentan en su entorno. La Sororidad es considerada un valor, como la fraternidad, pero vinculada a la unión, respeto, comprensión y amor entre el género femenino.
Quisiera comentar lo que sostiene Marcela Lagarde, feminista y antropóloga mexicana. “la alianza de las mujeres en el compromiso es tan importante como la lucha contra otros fenómenos de la opresión y por crear espacios en que las mujeres puedan desplegar nuevas posibilidades de vida”. Todo esto, no es una moda, es una deconstrucción a los modelos o estándares que nos han impuesto por el simple hecho de tener una matriz. Es sacar de nuestra mentalidad el juzgar o condenar un acto o una acción por el simple hecho de ser mujer, sin tener idea del contexto o la historia detrás de lo ocurrido.
Quiero dejar en claro, que la sororidad no debe ser un arma para inventar acusaciones contra el género masculino, y justificarnos diciendo “la apoyo porque es mujer” debe ser un manantial para abrazar la verdad no importando el género. Por ejemplo, si sabemos de una amiga que está dispuesta a inventar una grave acusación contra un chico por venganza, envidia, o algo similar, nuestra sororidad no es solaparla, sino, ayudarla a recapacitar en los daños que pueden acarrear las difamaciones, y por ende el daño emocional que ella misma puede hacerse. 

Con un té de tila en mano, te dejo lo siguientes links que me parecieron de lo más interesantes, y fueron los que me animaron a escribir sobre la sororidad, antes de publicar los próximos ensayos que intentan reflejar una hermandad de mujer a mujer. 




lunes, 8 de abril de 2019

Limpiando la Casa

Hay personas dígase amores, amigos, familia, conocidos, etcétera, que en su diminuta conciencia creen que "el otro" (cualquiera que no sea ellos) debe tolerar, aguantar, justificar, e incluso alabar la basura que van escupiendo a diestra y siniestra, y pasa 1, 2 o 7 veces, tal vez, incluso mas, pero cuando llegas al punto de no retorno donde escoges lo que es mejor para ti, para tu crecimiento, tu propio camino, tu libertad, tu amor propio, tu fe, donde decides caminar sin importar a quien dejas atrás, a quien eliminas de tu vida, o como en tiempos de redes sociales lo entendemos, a quien le bloqueas su contacto, en ese punto, suspiras y eliminas lo que va en contra de lo que eres, o de lo que te estas formando. ¡Algo ya no vibra igual! y si ya no vibra igual, se debe tener valor para alejarlo. 
Una persona que quiere dañarte consiente o inconscientemente, te tachara de loca, exigente, enferma, o ¡tonta! Y, otros términos ofensivos que en su tiempo te dijeron, y pasaste por alto, por "amor"  por creer que era sus "malas rachas" o "5 minutos de enfado" pero ha pasado el tiempo y solo obstruye tu crecimiento y tu andar. Se nos a educado con un tipo de amor tan jodido, que cuando alguien nos ofende frecuentemente, creemos que tenemos la obligación de tenerlo en nuestra vida, porque es normal tolerar la basura que los otros escupen, o "es que lo conozco desde hace años" o "somos almas gemelas" y lo que muchas decimos "¿que haré sin el?" pero el amor no es así, el verdadero amor, mantiene la integridad individual.(La vida autentica; E. Fromm, ) 
Cuando, como mujer te vas conociendo y descubriendo, se aprende a conocer y reconocer a quien quieres en tu vida, y a quien ya NO, en ocasiones, aprendes a amar a la distancia. Pero, no todos estamos preparados para escuchar un "te amo, pero me haces daño, y te prefiero lejos de mi vida" y digo, no estamos preparados (me incluyo) porque en ocasiones, vemos al otro como un objeto, como alguien con la obligación de brindarme su tiempo, su cariño, su atención, su espacio, etc. Y eso es demasiado valioso, que se otorga sin obligación.  Se puede ver que no estamos listos para "perder" porque lanzamos palabras de ahogado como "tu tienes la culpa" "yo lo hice por ti" "sacrifique mi esencia por tu amor" "deje a mis amigos por ti" o incluso, si te conocen tocan fibras sensibles en tu alma, y usan la manipulación, el chantaje, incluso la victimización para seguir teniéndote a su lado y justificar sus actos. 
Debemos de analizar la vida que tenemos y la que queremos, y si es posible buscar ayuda, pero ayuda profesional, no siempre mamá, papá, una amiga, la vecina, etc, podrán ayudarnos, se podrían agravar los problemas internos si confiamos en alguien que no comprende lo que pasa en nuestra cabeza.  
Así como cuando limpiamos la casa del polvo diario, de la basura semanal, cuando anual o semestralmente sacamos del closet eso que "ya no me va", esos zapatos viejos, ese frasco vació, lo roto, lo manchado, incluso lo que huele mal. Así debemos de limpiar nuestra vida de la vibra negativa diaria, de los conflictos semanales, de esas personas que ya no vibra como nosotros,  esa amistad vacía que ya no aporta mas que solo conflicto, ese romance manchado de ofensas, restricciones y mentiras. 
A veces es difícil distinguir que se va, o que se queda, pero en otras ocasiones es muy fácil reconocer lo que se debe de ir, algunos días te quedaras sin energía, no querrás levantarte de tu cama de lo cansado que es, o que fue, cerramos los ojos y le rogamos a Dios que sea una decisión correcta, y claro que lo sera, Dios-Diosa quiere una vida libre de basura emocional para ti y para mi, quiere que grites, que llores, y que te liberes de todas esas cadenas que te roban tu libertad. 
Una debe buscar tener su hogar limpio, sano, con perfume grato a una misma, que al dormir tengas la conciencia libre de que te escogiste a ti por sobre todas las cosas, que cuando cocines el olor del platillo inunde la casa, que en tu sala te acompañe el sabor y el olor de un buen té, un té de mujer. 

.

domingo, 7 de abril de 2019

¿Qué es un Té?

El té es una infusión de las hojas o los brotes de las plantas que se puede consumir en una bebida caliente o fría, se usa frecuentemente para reparar algo interno, a veces una taza de té es capaz de reparar un corazón lastimado o un alma rota, en otras un té es el mejor compañero en las noches de insomnio, de lagrimas, o de alegría. Frecuentemente un té reparador se toma caliente, y depende de las hojas o los brotes de lo que tomemos, puede estar lleno de un olor exquisito. 
Personalmente, me gusta tomarme un té después de un día enriquecedor, o incluso un día nublado emocionalmente. 
con una taza de té caliente, disfrutando su fragancia, he escrito mis mejores poesías, he recordado mis antiguos amores, he puesto punto final a mis mejores ensayos, o simplemente a sido mi compañía a la hora de leer un buen libro. 
Quiero invitarte, a que te tomes un Té conmigo, tu escoges el sabor, tu escoges si lo necesitas frió o caliente, tu escoges que curar con cada entrada de Té que he decido compartir contigo. 
Aquí encontraras tés de toda clase, podrás encontrar un té con historias y estudios bíblicos,  un té femenino y feminista, o quizá un té lleno de amor, pasión y erotismo, o ¿que te parece un té lleno de vivencias diarias? un té con perfume de Sororidad 
Hermana, amiga, compañera, Mujer, llego la hora del té, un té de Mujer ¿me acompañas?

Me abro al Cierre



Para escribir mil poemas, se necesitan palabras dulces; para escribir mil canciones se necesitan historias; pero para escribir historias se necesitan caricias, suspiros, besos y esa intensidad de saberme devorada por tus labios. 
La tarde que apareciste a mi puerta, a mi vida y a mi alma le pareció una libre coincidencia, fue tu pluma la que aterrizo primero, después llegaron tus palabras a conquistar mi alma, y al final fueron tus ojos los que me embelesaron, y ya no hubo marcha atrás, y ya no quise retroceder, y ya no quise separar mi vida de ti y llegue a pensar que quizá no podría vivir sin ti.  
Vivir: ¡vivir! una palabra muy complicada para ti y para mi, creí que vivía cuando caminando a tu costado iba enrollada en tus pensamientos; creí que vivía, cuando tenerte cerca disfrutando nuestras "rarezas" era tu sonrisa la que me latía; creí que vivía, cuando descubrimos cartas sin destinatario, y emitías promesas que en el fondo sabia, no cumplirías. 
Creí que vivía, hasta el día que olvidaste que tengo una brillante memoria, una memoria soberbia que recuerda la sensación del primer beso, y del aire de tu primer promesa. olvidaste, que creí en ti, y quizá, tal vez en el fondo aun existan diminutos destellos de esa fe, de la fidelidad que se había formado entre nosotros, o al menos en mi. 
De esa fidelidad, ¡que traicionaste!
Y, no porque existiera un tercero, como la gente común maneja la fidelidad. Aunque ¡Existían!
pero sobre eso, ambos eramos conscientes. 
Creí que habías sido honesto a tus palabras, a tus creencias, a tus acciones, fiel a tus discursos, fiel a cada una de las cosas que me habías enseñado,  fiel a la confianza que ambos nos habíamos otorgado. 
Pero lo mas importante, confié que tenias fidelidad a la anarquía relacional que entre nuestros cuerpos se había pactado. 
Darme cuenta que la tinta con la que escribías era tosigo mezclado con bufera, pues era necesario mantener sedado el chasco, y el terrible olor nauseabundo de tus contradicciones, todo esto, hizo que perdiera la fe en ti, incluso, por minutos en mi. 
Creíste que la libertad de la que tanto hablas y predicas, ya había hecho efecto en mi, y estabas listo para el siguiente paso, estas listo para los golpes bajos, estabas listo para arrojar por la ventana esa fidelidad de la que te disfrazas cada mañana. Tu estabas listo, pero yo, también estaba lista. 
Y no voy a negar la tormenta que se desato en mi, cuando enseñaste la daga que llevabas oculta con la que pensabas cortar mis alas, no voy a negar que pude ahogarme con el veneno que escupen tus palabras, y tampoco he de negar que perdí toda mi energía cuando la fe que te tuve fue destruida por tus propias manos. No he de negar que el amor que te dije había crecido en mi, fue real, ¡es real! pero tampoco me negaría a mi misma seguir navegando con mi propia libertad. ¡No por ti, no por nadie!
¿Me enamore de ti? ¡Claro! jamas lo he de negar. ¿Te ame? ¡Demasiado! y ese amor ahora se convierte en un recuerdo, es parte de mi, de mi crecimiento, de el conocimiento y transformación de mi alma. Pero, ¿Te vas? ¡No tengo por que dudarlo! he cerrado la puerta que unía tu alma con la mía, creo la cerraste tu, solo que la llave de acero con la que se abría la fundí en fuego, y la esparcí por todos los infiernos. 
Se pretendía escribir una historia libre, sin exigencias, sin tosigo, sin infidelidades a uno mismo, sin reclamos y arbitrariedades, una historia sin engaños, sin trampas, sin tizne, sin desatar las naturalezas embusteras que ambos llevamos dentro; pero se te olvido quien te amaba, se te olvido, y hoy todo se acaba.