lunes, 2 de septiembre de 2019

Té de lavanda; para el alma cansada.

Hay noches como hoy en las que veo entre mis tés y decido cuál tomar, en lo personal me encanta el olor de la lavanda, huele a tranquilidad y paz infinita, esta noche lo necesitaba, pues entre las bondades o beneficios de la lavanda esta combatir el insomnio, aliviar el dolor de cabeza, eliminar ansiedad, apaciguar nervios y es un antidepresivo natural. 

Yo tenía tantas cosas que pensar y vivir, mi alma estaba cansada y triste; mi cuerpo lleno de ansiedad por esa incertidumbre que uno suele tener de vez en cuando, necesito dormir y tener un buen sueño, así que opté por un Té de lavanda para el alma. 

Me di cuenta que es válido, no soy de acero para no sentir algún tipo tristeza, en el alma y el corazón, así que tome un poco de agua y prepare mi té.
Mientras hervía el agua, recordé que hace exactamente un año estaba en una de mis ciudades favoritas, Querétaro, y al igual que hoy comenzaba un parte-aguas para mi vida; el olor de la lavanda me hizo sacar una que otra lágrima llena de nostalgia y vida, darme cuenta que no soy la misma mujer de hace un año, la de esta noche es una mujer que cuando ama se entrega por completo, pero cuando le toca llorar y sentir el duelo, se entrega también y lo disfruta.


Sonreí, uno de mis más grandes maestros me decía "disfruta carajo, disfruta" me parecía muy estupido el consejo "no se como rayos se hace eso" disfrutar cuando el alma duele, pero lo aprendí, y si, cuando vives el duelo por cualquier motivo, pareja, familia, trabajo, etc puedes aprender a vivirlo, sentir y tomar la experiencia, aprender y continuar. 
Mi té estaba listo, tomé una taza y sentí el calor en mis manos, ese olor a lavanda tan sublime, recordé porque es mi favorito. 

A sorbos y de a poco lo bebí, y decidí que así iba a sanar hoy, a sorbos y de a poco, no tengo prisas por tomarme unos días para volver a sonreír, no, yo no sano rápido, me tomo mi tiempo para que no quede nada sin restaurar, disfrutar el olor y el sabor del duelo, el té iba a acabar así como los momentos de tristeza, pero para que hiciera efecto y aprender la lección y no volver a repetirla, era tomar las cosas con paciencia, calma y de sorbos chiquitos. ¡Paciencia! 
No siempre brilla el sol, pero hay que disfrutar la noche y si llueve, saber arrullarnos con los ruidos de los truenos. 
Hoy voy a dormir, ya mañana caminare. 
Así que si el alma está en duelo, tómense un té conmigo, tómense un té de Mujer.🍃💌

Génesis Amayrani Gargall
Fotografía de la red