jueves, 13 de agosto de 2020

A veces es bueno que arda… y así saber dónde curar.

 La cuarentena se sigue extendiendo, y prefiero no ponerme a explicar y/o pedir algo que como adultos deberíamos comprender; y ya que muchos visitan las plataformas de streaming como Amazon prime o Netflix, sé, han visto el catálogo amplio que nos presentan estas las últimas semanas, sobre realidades que se vienen viviendo desde hace años hasta la actualidad, buscando crear conciencia entre cada uno de nosotros; algunos de los temas son aquellos que el feminismo viene dando voz desde distintas miradas, tal es el caso de la serie chilena “la Jauría” presentada por Amazon prime, con la que me topé hace dos semanas, y de la cual saqué el título para esta columna.  

Debo admitir que en cierto punto llegué a cierta paranoia momentánea por ver a lo que me enfrento y se enfrentan muchas por el simple hecho de nacer mujer.

No me asustan los temas que tocan, que son secuestro, abuso de poder, machismo, misoginia, violaciones, abusos sexuales, venta y tráfico de infantes; son temas delicados, que se escuchan desde hace tiempo. Y que debemos seguir luchando para erradicar, lo que a mí me impactó fue la vida, y postura de las protagonistas, el poder femenino, la sororidad, la vulnerabilidad por nacer mujer, y las etiquetas que la sociedad nos pone por ir en pos de nuestra libertad.

Quizá, como alguien me dijo: —¡Cálmate, es una serie! — ¡Sí! Una serie que te deja ver lo desnuda que estás cuando buscas concientizar no sólo a quien está alrededor de ti, sino buscar llegar un poquito más allá.

Actualmente estudio un diplomado en teología feminista, y justamente la semana en que vi la serie, las lecturas hicieron match con mi visión de mujer ante la violencia de género desde distintas jerarquías; los arquetipos que pude ver y que todas en algún momento hacemos presente en nuestra vida son: Dadoras, amantes, guerreras y sabias, explicarlos por individual es muy extenso, pero pretendo explicarlo en el podcast que vengo preparando para estos próximos días.

Las cuatro protagonistas y una antagonista representan los arquetipos de la mujer latinoamericana, y las etiquetas que nosotras mismas nos damos, y simplemente ponerles atención nos pueden enseñar tanto.

Por ejemplo, aprender la sororidad que se abraza con dos de ellas, Olivia (Antonia Zegers)  la comisario principal y líder, junto con Elisa Murillo (Daniela Vega) especialista en homicidios, nos han enseñado lo que significa ser sorora, por alguna razón ellas “no se podían ver” y entiendo, que a muchas de nosotras se nos ha enseñado a competir con la otra, sea cual sea, y por lo que sea, aun sin decirlo, es el ejemplo que tenemos para actuar; pero, la sororidad nos dice debemos ser sororas especialmente ante situaciones de discriminación sexual, actitudes y comportamientos machistas, y hay quienes no lo vemos así, al contrario, nosotras mismas fomentamos esas actitudes en contra de otra mujer, y ellas se olvidan de sus diferencias para poder enfrentarse a lo que tienen enfrente.

El desliz de Carla Farías (Maria Omegna) que no fue perdonado por su esposo, y la catalogó como una mala mujer, incluso como madre; y si, todas pudimos haber dicho lo mismo, pero, no podemos juzgar la forma en cómo reacciona la otra sin conocer que esta sucediendo en ella, tenían amenazada a su familia, y de alguna u otra forma estaba siendo seducida en su vulnerabilidad. Pero si hubiera sido él, el perdón hubiera sido seguro, al fin “es hombre”. Este comentario no me lleva a criticar a los hombres, menos a odiarlos, tengo vínculos con hombres increíbles, pero, me lleva a cuestionar a las mismas mujeres, por qué entre nosotras nos mandamos a la hoguera, por qué ir y juzgar a aquella que nos despierta nuestros propios demonios. Si, hay mujeres malas, violentas, incluso machistas (explicare esto en mí podcast) pero no podemos atentar contra la realidad de aquellas, sin antes entender la realidad en la que cada una vive, no como todas víctimas, sino como todas mujeres.

Celeste Ibarra (Paula Luchsinger) adolescentes entendiendo la lucha desde su juventud, arriesgándose a lo que los adultos no nos atreveríamos; no tengo hijos, y en mis planes no está tenerlos, pero tengo sobrinas, que son adolescentes, y otras que en un momento determinado llegaran a ser adolescentes, y que no conocen de miedos cuando se trata de actuar tanto para su bien como su mal, lo vimos con los chicos que pertenecen a la jauría. No miden las consecuencias de lo que sucede, y muchos, nos ven como sus enemigos, por no sentirse amados, entendidos, poco escuchados, o en otros casos, excesivamente protegidos (hablando de los chicos hijos del poder), las madres excesivamente solapadoras como la abogada madre de uno de los antagonistas y asesinos en la serie, también nos da la otra cara de la moneda con respecto a nuestra realidad de crianza, a veces creo que se nos olvidó nuestra vida adolescente.

¿Con que tranquilidad duermes, sabiendo que tus adolescentes pueden estar siendo cazadas, o siendo los cazadores? Parece una simple serie, pero te reto a hablar con tu adolescente más cercano (sobre todo si es tu hijo/hija) y preguntarle si algún comportamiento de la serie le parece familiar o similar a su realidad.

Elisa, la tenacidad de mujer para el bien de otra, que la llevo a tener que dejar su placa, por seguir y conseguir su propia lucha, pero ser castigada por la sociedad, disparar a adolescentes, que iban a abusar de otra adolescente, o quizá asesinar a otra adolescente.

¿Quién es el malo? ¿Quién debía morir entonces?

Los panoramas siempre serán distintos para todas, pero debemos de dejar atrás las etiquetas y arquetipos a los que estamos acostumbradas y se deberían seguir, porque ¿Quién dijo como debe ser una mujer?

Puedo seguir escribiendo sobre tantos otros puntos, incluso, se puede entender como algo exagerado, pero tenemos que aceptar que no es así, no sólo el caso principal, sino la doble lucha en la que nos enfrascamos por buscar nuestro empoderamiento y envolverlo en la misma manta de nuestra esencia femenina, para cumplir los estándares, arquetipos, estereotipos que nos siguen haciendo cautivas.

En busca de la tranquilidad y abriendo los ojos para seguir concientizando, en temas poco mencionados, donde, a veces es bueno que arda para darnos cuenta que seguimos en la lucha; me despido, no sin antes invitarte a que cada semana, este té de mujer sea placentero para ti, para mí, para todos, sin importar género, sexo, orientación sexual, condición política o social; tu creencia, tu fe, tu realidad, y me sigas en la página de Facebook Té de Mujer  por twitter me encuentras como Genesis Amayrani, También puedes escribirme y platicarme tus inquietudes, historia o preguntas al email tedemujer@gmail.com


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Bendiciones y que la sororidad pueda ser parte de ti, de mí y de todas.


Dioses, redes, bandas, banderas y recaídas.

 Hace algunas semanas comencé a ver una serie llamada “American Gods” basada en la novela homónima del escritor Neil Gaiman (2001) llevada a la pantalla en el 2017; la trama general es una guerra entre los dioses antiguos y los nuevos (spoiler alert), los antiguos encabezados por Mr. Wednesday quien realmente es Odín, rey de Asgard según la mitología Nórdica, se encuentran Loki, Bilquis (Reina de Saba) Anubis, Ostara, entre otros; y los nuevos liderados por Mr. Mundo (Tecnología) nos encontramos con Media e Internet; aquí es interesante ver como los dioses de la antigüedad buscan volver a tener el mismo auge frente a los humanos, comenzando una guerra con los dioses nuevos por recobrar la adoración de la raza humana. La serie me pareció interesante, que me llevó a investigar los personajes, y como en toda investigación una cosa te lleva a otra, encontré que el 30 de junio se celebra “el día mundial de las redes sociales” ¡así es! las redes sociales que todos nosotros utilizamos, dígase Twitter, Facebook, WhatsApp, LinkedIn, Instagram, Tik-Tok, YouTube, etc. ¡Tienen un día mundial para ser celebradas!

El objetivo es destacar y/o entender a las redes sociales como una herramienta que le permita al mundo una mejor comunicación, sin ser necesaria la espera. Éstas, nos conectan con personas de intereses similares y permiten desarrollar ciertos vínculos de manera rápida y afectiva sin importar donde nos encontremos, por ejemplo, una gran amiga ex compañera de trabajo, vive actualmente en Shanghái, China, y todo su embarazo, me permitió acompañar su alegría por medio de sus redes sociales, vibre de emoción al ver la primera foto de su bebé a unas horas de nacido.  

Y bueno, con esto de la pandemia, las redes sociales se hicieron importantes para muchos, la plataforma Qustodio mostró que las cuatro favoritas son las siguientes:

1.     Tik-Tok

2.     Instagram

3.     Snapchat

4.     YouTube

Interesante ¿no? Éstas han venido a marcar una nueva generación en el mundo de la tecnología, por ejemplo, con los hashtags (etiquetas) y han sido genialmente utilizadas por comunidades para defender movimientos sociales.

Tal es el caso de los KPOPERS, Los seguidores de la música Kpop o Korean Pop, música popular coreana, que es una mezcla de rock de comienzos de los 90’s con música electrónica, hip hop, blues y, por supuesto, pop; nació en Corea del Sur y desde ahí ha pasado por Europa, EUA y se está incubando en Latinoamérica como un fenómeno de masas entre los jóvenes. Y esto lo podemos comprobar platicando un poco con nuestro adolescente favorito.          

Y si algo saben hacer bien los KPOPERS en las redes sociales, es defender a todo aquel que lo necesita, en esta ocasión se unieron para derribar el Hashtag homofóbico #OrgulloHetero. Todo esto como solidaridad a la comunidad LGBTQ.

Pues el 28 de junio, se celebra mundialmente desde 1970 el día internacional del orgullo LGBTQ+. Esta celebración fue inspirada por los disturbios de Stonewall, es fácil olvidar sus orígenes solemnes, pero conmemora los enfrentamientos entre policías y manifestantes frente a un bar gay en New york. A fines de la década de los 60’s, en la mayor parte de EUA era Ilegal ser homosexual, ni una sola ley los protegía y no había políticos ni cultura que los respaldara. En realidad, Stonewall incito a una generación de activistas a formar un movimiento masivo de derechos civiles.

Ocho años después, el artista plástico y activista Gilbert Baker inspirado en la canción Over the Rainbow, muestra por primera vez en San Francisco en el festival del orgullo de 1978, la bandera arcoíris como símbolo de la comunidad. La bandera nace como necesidad de tener un símbolo representativo y esto surge por el asesinato de Harvey Milk, empresario y símbolo del movimiento en la misma ciudad. Desde entonces, la bandera luce para reivindicar la lucha de la comunidad LGTBQ+ y sus derechos como personas civiles.

Pero, tal parece que, aun en el siglo XXI, muchos desprestigian, y señalan abiertamente a cualquiera que se salga de los cánones Hombre-Mujer, inmiscuyéndose en la vida privada de personas que NO conocen o conocen. Por esta razón, los KPOPERS asumieron abiertamente su postura hacia los derechos civiles y el salvaguardar a aquellos que requieran ayuda por la ignorancia y violencia de otros. Tan fácil y sencillo fue, como subir la foto favorita de bandas de KPOP y usar el hashtag.

Con los movimientos sociales como el que acabo de mencionar, no se busca que “cambies de bando”, simplemente se busca concientizar a la sociedad en general sobre los desafíos a los que se enfrentan las minorías por creer, ser y vivir distinto a lo que nos ha enseñado la iglesia, y lo hablo así, porque la cultura mexicana es totalmente cristiana (católico, evangélico o cualquiera que profese a Cristo) y nuestros estándares para un comportamiento social tienen como base la religión, y la fe.

A muchos, se nos ha enseñado a discriminar a quienes no son como nosotros, y aquí quiero englobar todo, si X no tiene la misma ideología política que yo, ¡lo discrimino! Y si no le va al mismo equipo de futbol que yo ¡lo discrimino! Por lo tanto, si L y G no quieren creer y tener fe en lo que yo creo ¡lo discrimino! Y así, lejos estamos de creer en el Dios de Amor, que habla Jesús en la biblia.

En mis estudios de teología, se mencionó lo que dijo una gran teóloga contemporánea, Cris Conti, y dice “si como cristianismo entendemos lo que nos dejó Jesus, no hay justificaciones para ninguna forma de discriminación”. Si el propio Jesus dijo “Ni yo te condeno” Entonces, ¿Qué nos lleva a seguir haciendo daño con nuestros comentarios discriminatorios?

Hoy es cuando más deberíamos solidarizarnos, la recaída por el COVID-19 ha repercutido abiertamente a los hospitales locales, y del estado, la alerta está en su máximo, y no, no es por cuestiones apocalípticas, es por la necedad de muchos y por no cumplir con las medidas sanitarias. Una amiga Medico de una clínica local aquí me dice “a esto nos enfrentamos” a la terquedad de muchos civiles por ¡NO HACER CASO A LAS MEDIDAS DE HIGIENE Y SEGURIDAD! Sinceramente, admiro aquellos médicos que todos los días están en el frente de la guerra por recobrar nuestra salud, pero seamos solidarios con ellos, no nos cuesta nada llevar nuestro cubre boca.

Con la esperanza en que pronto saldremos de esto, y nuestro corazón se llenara de amor por el prójimo respetando su libertad de creencia y género me despido, no sin antes invitarte a que cada semana, este té de mujer sea placentero para ti, para mí, para todos, sin importar género, sexo, orientación sexual, condición política, social, o económica; tu creencia, tu fe, y así, con banderas de paz, me sigas en la página de Facebook Té de Mujer  por twitter y Facebook me encuentras como Genesis Amayrani, También puedes escribirme y platicarme tus inquietudes, historia, o preguntas al email tedemujer@gmail.com


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Solsticio de verano; fuerza y esperanza.

 Entre tanto caos económico, natural, social, y de salud, incluso político; creo que a muy pocos nos quedan ganas de seguir escuchando como en la región noreste del estado (justo donde nos encontramos) los casos positivos del COVID-19 han aumentado, etcétera.

No pienso tocar nuevamente el tema, a mi parecer, y opinión, creo que la columna (al menos en esta ocasión) debe ser algo esperanzador, cálido, y lleno de luz, tal cual solsticio de verano.

El pasado fin de semana, hablando del sábado 20 y domingo 21 de junio, hubo dos celebraciones en el país, el primero, fue la celebración del día del padre, que como muchos sabemos, es el tercer domingo de junio, me encantó ver muchas fotos en las redes sociales de compañeros con sus hijos, y de grandes amistades con sus padres.

Independientemente que el arquetipo del padre no sea tan considerado como el de la madre, creo, que debe ser una celebración grandiosa para el padre presente, el que libera, motiva; el que no teme decirle a su hijo “te amo” abrazarlo, besarlo, y darle la seguridad que se necesita del padre presente, no sólo en lo económico, sino presente en cualquier ámbito, ya que la educación no debe corresponder sólo a la madre.

Otra de las celebraciones, que en lo personal a mí me encanta, es el solsticio de verano, celebrado el 20 de junio, es el día más largo del año y el momento en el que el sol está en su máxima elevación, hay ciertas creencias que lo abrazan como un símbolo, el triunfo de la luz sobre la oscuridad; es oficialmente la llegada del verano a nuestra tierra.

Por muchos años, desde las culturas antiguas el solsticio de verano ha tenido gran significado espiritual para los humanos que siempre han vivido maravillados por el poder y majestuosidad del sol.

El solsticio de verano también recibe otros nombres en algunas tradiciones, como Litha, Midsummer, Lethu, Noite de San Xoán (gallego); estas mismas tienen que ver con el agradecimiento a los dioses y diosas, en especial aquellos relacionados con la fertilidad y el agua. Anna Franklin en su libro “Midsummer, A Natural Time of Celebration” menciona lo siguiente sobre esta celebración “Cada cultura, en algún momento de su historia, marcó la época del Solsticio de Verano (Midsummer y/o pleno verano) y lo mantuvo como una celebración mágica. Los celtas, los nórdicos, y los eslavos creían que había tres noches espirituales en el año en el que abundaba la magia, la primera Samhain, la víspera de mayo (conocida como bealtaine y/o noche de walpurgis) y la víspera o solsticio de verano. […] a medida que el sol del solsticio sale en su día de mayor poder, dibuja con él, el poder de las hierbas, piedras y los cristales. Los días fríos y oscuros del invierno, el Tizón están muy lejos, el momento de luz y calor, verano y la siembra, están aquí. Naturalmente, nos sentimos más alegres y queremos pasar más tiempo al aire libre. Los cultivos se plantan y crecen muy bien; el inicio del verano es un momento natural de celebración.”   

La tierra está inundada de fertilidad.  Los espíritus de la naturaleza están muy activos por el cambio de estación. Es un momento adecuado para retomar los proyectos que se han dejado pendientes. Etcétera.

Para las sociedades agrícolas, y quienes tienen este tipo de calendario (como los paganos, los wiccas, los asatru, etc.) los cultivos están creciendo en los campos con el calor del sol, por lo tanto, Litha es una época de venerar el sol. Es un tiempo para celebrar tanto el trabajo como el placer, porque ya se hicieron las siembras y solo falta esperar la cosecha. El pleno verano es tiempo de absorber los rayos calientes del sol. También es una festividad relacionada con la fertilidad de la naturaleza. (Zeraoui, Farah. 2020)

Y basándonos en esta celebración, y las muchas creencias, historias, mitos, leyendas que podemos traer a nuestra mente, creo, que estamos en el momento exacto para dejarle ver a quienes lo necesitan, esa empatía cálida que podemos llegar a tener; la economía localmente está teniendo cierto colapso, algunos empresarios locales, emprendedores sufrieron los estragos del confinamiento, o simplemente algún amigo cercano tuvo pérdidas económicas y ha estado buscando una manera de sobrevivir con algún tipo de venta, ¿Por qué no ayudarlos? El verano nos invita a compartir, a dar, a celebrar, pero no sólo celebrar un cumpleaños, a celebrar la vida, el conocimiento, incluso la fe, o quizá, abrazar cálidamente a aquellos que tuvieron alguna perdida en estos días pasados. Ahora nuestros días son más largos, más calurosos, donde debemos mantenernos mas hidratados, junto a nuestros adultos mayores, niños, mascotas, plantas, para poder soportar y disfrutar la belleza del sol; esto no quiere decir que la noche acabó, simplemente que tenemos más luz para poder retomar la fuerza que nos falte. Quizá, el conocer sobre una celebración para mucha mágica, no nos hará más positivos, ni dejaremos de pasar la mala racha que como sociedad estamos viendo, pero creo nos puede dar más que pensar, incluso para recordar a aquellos que no están, y quedarnos con un suspiro de tranquilidad, sin olvidar la nostalgia y agradecimiento.

Y, para terminar, sólo quiero agregar unas líneas que leí por alguna red social hace ya días atrás.

¡Vivan los padres responsables!

¡Vivan los papás viudos y solteros que hacen de su paternidad admirable, el mismo o mejor jale que nosotras las mamás solteras!

¡Vivan los padres que aportan menos dinero que las madres, pero son mejores aportando amor!

¡Vivan los padres presentes en amor, dedicación, cariño y respeto!

Es una buena temporada para cambiar actitudes, para comenzar a sembrar una paternidad amorosa, sin prejuicios tontos, olvidando el “Ser macho” y decirle a tu hijo varón “hijo te amo”, para aprender cosas nuevas desde casa, para salir al patio por las mañanas y darnos un baño de calor natural y del sol, (sí, no importa que nuestra ciudad sea terrosa, y poco árida, tiene gente bella).

Deseando que el sismo de este pasado martes 23, haya quedado en un sólo susto, mando mis mejores vibras a mis conocidos y amigos del centro del país.

Así que no importa tu género, sexo, orientación sexual, condición política, social o económica, tu creencia, tu fe; te invito a que cada semana, este té de mujer sea placentero para todos, y me sigas por la página de Facebook Té de Mujer  por twitter y Facebook me encuentras como Genesis Amayrani, También puedes escribirme y platicarme tus inquietudes, historia, o preguntas al email tedemujer@gmail.com


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Me despido de ti, y deseo que toda la energía más bella del universo te abrace.

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFIA

Zeraoui, Farah Leyeli. (Junio, 2018) Litha, Ciudad de México, México.

https://web.facebook.com/LeyasShop/

FRANKLIN, Anna. (2003). Magical celebrations of the summer solstice: Midsummer. USA: St. Paul, Minnesota. Llewellyn Publications.

miércoles, 24 de junio de 2020

¿A qué mundo volveremos?

Escribo desde el noreste del país, donde desde hace cerca de tres meses, he pasado de la oficina de una empresa en la ciudad vecina, a la mesita de un metro por cincuenta centímetros en mi casa, por el confinamiento al que nos vimos obligados un gran número de personas; lo triste es que, muchos seguimos saliendo como si la alerta de salubridad no existiera, misma situación que semanas atrás nos volvió noticia nacional. ¡Ay mi bello Rio Bravo!

Aunque aquí en el norte, las cosas son distintas comparadas con las ciudades grandes como CdMx, donde técnicamente la ciudad no duerme, y tenemos lo que se conoce como horario de sueño, al entrar al confinamiento o cuarentena, el primer fin de semana oficial, escuché desde mi habitación el sonido de la banda, y mariachi tan cerca, que me emocioné cantando a viva voz, hasta que caí en la cuenta de que eran las dos am y alguien estaba festejando. ¡En plena cuarentena!

Desde entonces, casi cada fin de semana se había escuchado un grupo de música, un karaoke, etcétera, reuniones de diez o más personas, como si la sana distancia de un juego se tratara. Todo eso, hasta hace una semana, donde después del aumento desmedido de contagios, ahora sí, conocemos a alguien positivo con COVID-19, o decesos por el mismo virus.

En las ocasiones que salía a surtir mi despensa, me llegué a sentir loca, o absurda por salir con cubrebocas, el cabello recogido, y hasta guantes de nitrilo, y ver que más del 50% de los que encontraba en las calles caminando, iban sin ningún resguardo, llegué a dudar de mis medidas de seguridad, llamándolas “drásticas o exigentes”.

Aun así, no puedo decir que he respetado el confinamiento al pie de la letra, pero he buscado salir sólo para lo necesario.

Todo esto me hizo ver más de cerca la vulnerabilidad con la que los seres humanos existimos. Estamos expuestos diariamente cuando asistimos al trabajo; pero, ahora; un virus nos ha venido a replantear la existencia misma, a separar o unir vínculos. La pandemia sólo nos vino a mostrar el quiebre de toda la vida, y la desigualdad que se vive en muchas áreas laborales, no importando si es sector público o privado.

Nos hemos dado cuenta que la vida tiene hilos que van uniéndose a otros seres, no importando la independencia con la que nos manejemos; el señor que pasa cada semana a venderme agua, levantar la basura, por el pago del agua, luz, teléfono; la enfermera, la química, la médico, la psicoterapeuta, a la que recurro cada vez que el cansancio físico o mental me enferma, en fin, todas esas personas de las que necesitamos día con día, y a las cuales estamos unidas por la necesidad de vivir.  

Quizá, en este descubrir de tan hiriente vulnerabilidad, no seremos más buenos, o empáticos con los otros (aunque creo deberíamos) es más, quizá, podemos llegar a ser insensibles con la muerte y dolor ajenos para sobrellevarlos, no sé, no quiero ni busco romantizar la vulnerabilidad sino reconstruir lo que nos ha presentado verla en un panorama ético, político y económico.

La muerte es algo irreversible, a donde todos vamos a llegar, pues nacimos para morir, pero buscamos disfrutar ese intermedio que hemos llamado vida para llegar al final en paz.

Hoy, nos encontramos viviendo en un punto histórico donde podemos ver que las desigualdades sociales han hecho su marca desde las trincheras más abiertas en este panorama.

Un suceso mundial, nos ha arrancado violentamente desde nuestro lugar de confort y nos ha igualado como seres mortales, ya no somos aquellos que se olvidaban de el anciano que empaqueta los víveres en las grandes tiendas; o que, por no tener hijos desconocemos el ir y venir de las mochilas en los pasillos de las escuelas, los niños de casas hogares, mujeres viviendo violencia domestica sin poder decir nada, niños viviendo con sus abusadores, etcétera, ahora pensamos en las posibilidades de una muerte temprana, o cercana.

Pero ¿es la muerte misma la que nos hará cambiar el modus operandi de nuestra ligereza de cuidado y nuestra poca o nula empatía? O, es gracias a ella qué permaneceremos eternamente en el recuerdo de algunos y buscaremos mejorar las condiciones de vida de todos como sociedad colectiva y pensante.

A las puertas de la muerte, es posible replantearse la manera de formar vínculos, de vivir, del ser y estar.

Ahora, debemos plantearnos si la desigualdad en derechos, por posiciones económicas, de sexo y género nos ha de permitir una vida coherente, libre y digna, si hemos de seguir con los brazos cruzados viendo al horizonte en lugar de buscar ayudar aquellos que lo necesiten y lo busquen.

El punto de partida para un cambio ha sido irrenunciable.  

Si, sé que quizá, pesa más mi vulnerabilidad de mujer ante tres hombres afuera de mi casa que reniegan de mi llegada al tener que mover su automóvil estacionado en mí patio, y de los cuales recibo ofensas por exigir mi espacio y tiempo. Pero eso es nada para el sinfín de cosas en las que uno puede buscar aportar para un cambio.

Como mujer y feminista, no quiero volver al mismo mundo; Silvia Gil comenta: “Las luchas feministas no han desaparecido con la pandemia, más bien han donado una manera de mirar y nombrar la realidad que evite regresar a una normalidad de por si inexistente” la normalidad a la que llamamos nuestra, debería de quedarse en el pasado, esa normalidad, hoy nos trajo miles de personas en desgracia física, económica y mental, y otras más expuestas a una muerte sin dignidad emocional.

No quiero regresar al mundo, donde se le condena al médico o enfermero por ser posible portador de un virus y bañarlo en cloro, o aquel donde sea normal enfrentarse en izquierda y derecha política, teológica, económica, para el beneficio de unos cuantos. O peor, al mundo donde el feminismo sigue siendo una marca de inmoralidad por notas amarillistas, sin saber exactamente la igualdad y beneficio que busca para todos.

Tengo mucho que decir al respecto, pero hoy, me gustaría que la lectura de esta columna pueda hacerte reflexionar en la siguiente pregunta ¿a qué mundo quieres volver?  Yo, opto por volver a un mundo mejor, comenzando por mí.

Así que no importa tu género, sexo, orientación sexual, condición política, social o económica, te invito a que cada semana, este té de mujer sea placentero para todos, y me sigas por la página de Facebook Té de Mujer https://web.facebook.com/untedemujer   por twitter y Facebook me encuentras como Genesis Amayrani, También puedes escribirme y platicarme tus inquietudes, historia, o preguntas al email tedemujer@gmail.com

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Me despido de ti, y deseo que toda la energía más bella del universo te abrace.



domingo, 22 de marzo de 2020

TÉ DE TILA. Respira profundo y retorna a tu esencia.


Hola, amigas y todo aquel ser que nos escuche. Soy Génesis Amayrani, escritora y creadora de Té de mujer, un espacio hecho para compartir la belleza y la magia que existe en la vida. Pero sobre todo, un espacio en el que podemos charlar con la compañía de un té, un té de mujer. Que implica todo lo que ella fue, es y seguirá siendo.
De regreso por esta plataforma, y volviendo a grabar estos podcast, que en lo personal es algo que inicie como un sueño, y que no estoy dispuesta a dejar. Quiero recordarles que yo soy Licenciada en Negocios internacionales, y no soy psicóloga, aun,  actualmente soy estudiante de psicología, por la universidad de Puebla, y aunque tengo varios diplomados con enfoque a la psicología,  el hecho de estudiar y leer sobre emociones aun no me hace una especialista, pero me agrada hablar para ustedes, y sobre todo me agrada que muchas de ustedes me busquen para platicarme asuntos personales de su vida, yo aprendo con cada una de las que me escribe. Con varias mujeres que se han animado a escribirme, les he aconsejado que usen métodos terapéuticos que yo he aprendido con grandes Maestros, estar en este campo estudiando me ha dejado conocer a grandes psicoterapeutas. Tampoco doy coaching, solo soy una mujer aprendiendo a vivir su vida, que tiene facilidad para la lectura, escritura y para hablar. Ya con esto aclarado.  Comenzamos con lo que será el episodio 2, Té de tila.
El día de hoy, quiero hablarles sobre uno de los tés más ricos que existe, con olor y sabor dulce, que hasta creo el simple hecho de escuchar su nombre comienza a tejerse la tranquilidad. Me refiero a la flor de tila.
Antes que nada, quiero platicarles, que cada té que yo les he ido presentando, tanto en libro, como en la página, y ahora aquí en los podcast, son cosas que en lo personal he vivido de cerca, ya sea porque me pasaron, y otras porque las he vivido con hermanas y amigas mías, incluso, con conocidas, que en algún tiempo estuvieron muy cerca. La intención era subir un Té cada quince días, pero la vida a veces es tan bella que nos llama a gritos para que la vivamos. He escrito y borrado varias veces lo que quiero decirles, la razón, es que a veces es muy fácil escribir bonito, contarte todo lo que viene en libros de grandes psicólogos, sociólogos y especialistas en emociones, o en negocios, neuromarketig y finanzas, etc. pero otra muy distinta es vivirlo, y la verdad a mí no me late la idea de solo tener un bonito discurso hablado, sino vivir tu discurso. Que son cosas completamente distintas, y ya me he topado con bastantes intentos de personas que hablan súper lindo detrás de pulpitos, redes sociales, estrados, pero en el lado oscuro de su vida no se parecen a nada de lo que hablan. Por lo tanto a veces, cuando dudo sobre algo a escribir, me detengo para saber si yo lo vivo o solo es letras bonitas. Que para eso, ya existe la poesía. Que por cierto, hoy es el día Mundial de la Poesía.
Quisiera explicarles y hablarles un poco sobre la flor de tila. Conocida también como la flor de tilo en América del Norte, una flor medicinal muy poderosa y útil.
Las flores, la corteza interior, y las hojas del árbol de tila se han utilizado para tratar muchas enfermedades, sin importar la edad.
La tila tiene muchos usos como planta medicinal, es común que las personas lo tomen como té. Las flores de esta deliciosa hierba medicinal producen una gran cantidad de néctar pegajosa, resultando ser un festín para las abejas que colocan en este árbol sus colmenas. Incluso, para muchos la mejor miel del mundo proviene del néctar de la flor de tila.
Las flores también son recogidas por los perfumistas, para capturar su sobresaliente olor y por los herbolarios, para capturar sus muchas propiedades curativas de esta flor.
La tila tiene un efecto calmante natural cuando se consume en forma de té.
A diferencia del café, una taza de té de tila, tres veces al día, puede ayudar a calma los nervios. Los niños hiperactivos y con malestar general pueden ser calmados con solo agregar en la bebida un poco de una infusión de tila.
Debido a su efecto calmante sobre el sistema nervioso y circulatorio, la tila también se utiliza para tratar la presión arterial alta.
No sólo ralentiza el ritmo cardíaco de una persona, también puede causar vasodilatación coronaria leve. Incluso se piensa que también tiene un efecto curativo en las paredes de los vasos sanguíneos, lo que puede incluso extenderse a la mejoría de las venas varicosas.
El tilo es un árbol con grandes propiedades médicas. Se usa para los nervios, los dolores de cabeza o los vómitos. De él nace la flor de tila que como les dije es un poderoso sedante que ayuda a calmar los nervios y a eliminar las sensaciones de malestar. También ayuda a recuperarnos de los resfriados, los catarros o la gripe. Solo es necesario tomar varias infusiones al día. En caso de tener asma, es recomendable crear infusiones de tilo, manzanilla y de toronjil a partes iguales.
Lo mismo ocurre con los cólicos o los desórdenes menstruales. La tila es una gran aliada para aliviar los síntomas, de los cuales hablaremos más adelante.
Las hojas de tilo se usan en infusiones para conseguir una mejor salud. Además, estas infusiones se pueden utilizar en los baños para calmar el dolor de pies y el cansancio.
Creo firmemente que las plantas son mucho más que simples seres que limpian el ambiente y oxigenan o que nos dan un buen té. De hecho, es una planta que pertenece a la luna. Y tiene mitos increíbles como la de la ninfa oceanide llamada Filiria, que se dice se convirtió en el árbol de tilo. La razón, fue que quería evitar la vergüenza que sufría, ya que había sido madre de una criatura realmente monstruosa, el centauro Quiron.
En la mitología germánica encontramos que esta planta era una preciada pertenencia de la diosa del amor, conocida como Freya. La esposa del dios Wottan, y estaba dotada con una elevada fertilidad.
Se dice que los germanos solían reunirse a la sombra de los tilos para deliberar, ya que a su amparo podían celebrar los juicios más justos y elevados.
Pero el verdadero poder del árbol de tilo, podemos decir que se encuentra en el plano esotérico. La fuerza del árbol de tilo, y de la espiritualidad con la que se trabaja, hace que se cree una conexión única y mágica que permite aportar salud al cuerpo.
La flor de tila, en este campo es utilizado para evitar disputas o evitar situaciones desagradables, para potenciar un aspecto de la personalidad, ser más positivos, estar sanos y energéticos, y para conseguir dominar nuestra propia vida.
Ya que les he hablado, de muchas propiedades medicinales, herbolarias y esotéricas del tilo, quiero saber ¿pensaron en algo mientras me escuchaban?
Porque lo único que pudo pasar por mi cabeza al leer, es que necesito una buena infusión de té de tila caliente cuando me llegan los días de la regla, o menstruación como quieran ustedes llamarle.
Hay un tabú sobre la menstruación tan grande aun en nuestros tiempos, que nos han dicho que debemos ocultar el hecho de que estamos sangrando o desechando nuestro ciclo menstrual, y con esto me refiero, a que nos han enseñado a no llamarle por su nombre, lo cubrimos con “ando en mis días” “me llego Andrés como cada mes” o hasta una ofensa por parte de muchos se ha hecho, han escuchado el “déjala está en sus días”.
Durante cientos de años el ciclo menstrual femenino ha generado desprecio y aversión, al considerarse un sucio signo de pecado cuya existencia reforzaba la inferioridad de la mujer en la sociedad, claramente dominada por el hombre. Incluso hoy en día se piensa en la menstruación como una desventaja biológica que transforma a la mujer en una trabajadora emocional, irracional, inestable en la que no se puede confiar.
Rara vez hablamos de la regla, a menos que sea en términos médicos, y esto es a pesar de tratarse de un proceso natural, sigue creando barreras entre madres e hijas, entre maridos y mujeres, hermanas o amigas, y provoca que muchas mujeres se odien así mismas y se sientan culpables por síntomas de irritabilidad, hinchazón, cólicos y esa torpeza que se llega a padecer durante esos días del mes.
¿Cuántas mujeres han trasmitido o hemos transmitido a las más chicas el odio y miedo por la menstruación? tanto en palabras como comportamiento
¿Cuántas de nosotras llegamos a vivir una primera experiencia menstrual aterradora por no saber nada acerca del tema o solo conocer los aspectos clínicos los cuales no te explican nada de todo lo anímica que puedes sentirte en esos días?
¿Cuantas de nosotras realmente disfrutamos el don de ser mujer, y hemos aprendido a usar la experiencia de la menstruación como una fuente de crecimiento?
Hay muchas mujeres, que sufren tanto mental como físicamente durante la menstruación, pero la ayuda que reciben o recibimos solo está destinada a combatir los síntomas, pues la causa raíz del malestar es el hecho de ser mujer, y eso no podemos remediarlo.
Simone de Beauvoir en su libro el segundo sexo, dice una frase que en lo personal a mí me impacto y me dejo comenzar con este viaje que es conocer toda la belleza de ser y convertirme en mujer. Y dice “si la mujer se descubre como lo inesencial que jamás retorna a lo esencial, es porque ella misma no realiza ese retorno”
Retornar es volver a comenzar en el punto de partida, pero ahora a conciencia y con la experiencia de lo que hasta hoy hemos vivido, para poder descubrirnos en esa magia. Porque hasta hoy, los síntomas pre-menstruales siguen considerándose negativos y destructivos.
Hemos visto nuestra regla como algo problemático, pero no tenemos ni la mínima idea del poder de la misma, entre el paso del tiempo y con el crecimiento de las sociedades patriarcales la menstruación dejo de considerarse santa y sagrada para convertirse en sucia y contaminante, y se fomentó la creencia y sigue vigente que la mujer en esos días era una fuente de energía destructiva y andante.
Todo este tabú menstrual no solo es de las sociedades primitivas o del pasado, hoy en día muchas religiones restringen a la mujer física y mentalmente durante su periodo. Podemos hablar de la cultura islámica, una mujer que esta menstruando tiene prohíba la entrada a la mezquita. Y para algunas culturas cristianas, representa el pecado original de Eva.
Pero aun con todo ese miedo social que tenemos al hablar de nuestra menstruación, quiero decirte que no es mala, ni destructiva, ni mucho menos terrible. Todo lo que les he contado se fue creando en la historia de la sociedad y tenemos que erradicarlo. La razón es que las energías creativas que van vinculadas con el ciclo menstrual tienen diferentes orientaciones y aspectos. Por ejemplo si el ovulo liberado durante la menstruación se fecunda, las energías se expresaran con la creación de una nueva vida, una nueva vida, que llevaremos en nuestro útero, en nuestro vientre si es que deseamos continuar con el largo proceso. Si no hay fecundación, se plasman en la vida de la mujer en cualquier otro modo, con ideas nuevas, con creaciones musicales, poéticas, liricas, incluso hasta gastronómicas.
Estas energías no deben restringirse ni controlarse, porque si las bloqueamos o las cortamos pueden hacer que se vuelvan destructivas, las energías de la regla y todo lo que ello conlleva deben aceptarse como un flujo que tiene su propio modo de expresión, y no debemos luchar contra él.
¿A qué me refiero con no luchar? ¡Simple! Aceptar que cada 28 o 30 días, así como la luna tiene su ciclo, nosotros vamos a tener nuestro propio ciclo, y recibir el flujo con un buen ánimo, con un té de tila que nos ayude a recibir la energía de las nuevas ideas que están por surgir. No debemos oponernos a nuestra propia naturaleza, si nos oponemos al hecho, lo único que vamos a conseguir con ello es frustración, agresión, ira. Razones suficientes para permitir que la energía de la menstruación encuentre su expresión en los múltiples aspectos de la naturaleza creativa femenina.
Miranda Gray en su libro Luna Roja, dones creativos sexuales y espirituales del ciclo menstrual, nos dice que todos los síntomas pre menstruales que presentamos frecuentemente, como migraña, dolor de espalda, sensibilidad e hinchazón en las mamas, calambres, retención de líquidos, fatiga, falta de concentración, alergias, irritabilidad, estados de ánimos variables, hostilidad e incluso momentos depresivos son, vividos por la mayoría de las mujeres en edad de menstruar.
Hay muchos medios que nos ayudan a aliviar estas molestias tan incomodas, desde vitaminas, pastillas, masajes y aromaterapias. Sin embargo ninguno de estos métodos nos ayudara a crear el nexo que existe entre la mujer y su útero, para poder dar rienda suelta a la creación, porque cualquiera de estas cosas trata a la menstruación como una enfermedad en el cuerpo, separada de la mente y el espíritu.
Con esto no estoy diciendo que no debemos utilizar ningún método para aliviar los síntomas físicos, podemos utilizarlos, más cuando comenzamos el proceso del reencuentro con nuestra mujer interna, me refiero, a que debemos dejar de combatirlos y verlos como nuestros rivales de vida. Sé por experiencia propia que no es fácil conseguirlo, incluso, para poder escribir este podcast, tuve que replantearme varias veces estos últimos días si hablar o no hablar sobre este proceso, porque después de un retraso de más de 30 días, viví una regla tan dolorosa, como tan abundante, la primera noche recurrí a medicamentos y compresas de agua caliente para mitigar el dolor, tazas de té de tila, manzanilla, con lágrimas en los ojos, que me pareció la noche más larga que pudiera vivir en este año, yo no soy de las que vive mensualmente una regla abundante, ni de muchos días, menos de dolores menstruales.
Desde hace dos años y medio que acepte mi regla, y que en una terapia de baile deje que fluyera, mi menstruación de 6 días se pasó a 2 y medio, no había dolores físicos, ni cólicos, pero si hubo en muchas ocasiones efectos anímicos que me llevaban a olvidarme de aceptarla. Y por ese olvido, y por la guerra conmigo misma, estuve a punto de perder el regalo de esta regla que me acaba de dejar, que es el escribir.
Sí, me costó trabajo poder reconocer que la única que tiene problemas conmigo misma soy yo, que encontrarme con el lado oscuro de mi ser interno puede causarme represalias muy grandes, desde alejarme de personas que amo, hasta alejarme de mi misma, y por ende todo lo bello que puedo encontrar cuando me detengo a ver por mi espíritu. En este ciclo lunar, y con el retorno de la Diosa por Ostara, que tiene la simbología del renacimiento, y es el inicio de la primavera, decidí compartir contigo algo que me había tardado en hacer, pero se necesita decidir retornar a nuestra esencia de libertad para poder crecer.
Cuando nos olvidamos de nuestro ser interno, o de nuestro espíritu, siempre vamos a tener repercusiones en nuestro cuerpo, en cosas tan simples como la regla, eso me pasó a mí, y padecí los dolores que hace años no me llegaban.
Te invito a que escuches tu ser interno, a que no rechaces tu menstruación, y que la vivas, y en la meditación de esos días, cuando más susceptibles somos, deja que la creatividad que emana de ti fluya, en mi caso, fluye con letras, te invito a que descubras como fluye en ti.
Cuando dejas que la amistad contigo misma fluya, a pesar de todas las responsabilidades con las que cargamos, y nos regalamos unos minutos para meditar en nuestro ser interno, podemos encontrar la calma y la sintonía para alejar todo lo que no nos gusta y con lo que sufrimos por una regla mal aprovechada. 
Erradica junto conmigo el tabú de “el pecado mensual femenino” y conviértelo en lo que en realidad es, ¡vida! Habla abiertamente con tu hija, madre, esposo, hermana, sobre el significado de la regla, investiga, lee, y caminemos amándonos a nosotras mismas con todo lo que eso signifique, así tal cual se escucha, sin importar lo que veamos frente al espejo y no nos guste, comencemos por ahí y comencemos amando nuestra próxima regla, abrazándonos para encontrar nuestra propia alquimia.
Unos minutos 10, 15 o 20, con una taza de té de tila, disfrutándola, y compartiéndola con nosotras mismas, nos ayudara a meditar y encontrar el nexo entre nuestro útero y nuestro poder de crear, créelo y la creatividad surgirá sin ninguna demora.
Y si crees que es difícil, Recuerda todos los beneficios que produce la infusión del té de tila. Es hora de escuchar la magia que todas llevamos.
Calma tus nervios y acepta junto conmigo este próximo ciclo, respira profundo y deja fluir tu mejor don.
Así que te invito a que te sigas tomando una té de mujer conmigo, y me sigas por mis redes sociales, me puedes encontrar en instragram, twitter y facebook como Génesis Amayrani, o en la página de Facebook en https://web.facebook.com/untedemujer. También te invito a que me escribas, y me platiques tus inquietudes, o tu historia a la dirección de correo electrónico tedemujer@gmail.com y agradezco a quien ya lo hizo, y me ha permitido contar su historia en un poema. A aquellas que les gusta leer, y quieren leer este podcast, pueden hacerlo en https://tedemujer.blogspot.com/, me despido de ti, no sin antes pedirte que  compartas este té a quien creas necesite una infusión auditiva de hidratación a su alma.
Deseo que toda la energía más bella del universo te abrace.
Nos escuchamos en el próximo podcast.

Génesis Amayrani