jueves, 13 de agosto de 2020

A veces es bueno que arda… y así saber dónde curar.

 La cuarentena se sigue extendiendo, y prefiero no ponerme a explicar y/o pedir algo que como adultos deberíamos comprender; y ya que muchos visitan las plataformas de streaming como Amazon prime o Netflix, sé, han visto el catálogo amplio que nos presentan estas las últimas semanas, sobre realidades que se vienen viviendo desde hace años hasta la actualidad, buscando crear conciencia entre cada uno de nosotros; algunos de los temas son aquellos que el feminismo viene dando voz desde distintas miradas, tal es el caso de la serie chilena “la Jauría” presentada por Amazon prime, con la que me topé hace dos semanas, y de la cual saqué el título para esta columna.  

Debo admitir que en cierto punto llegué a cierta paranoia momentánea por ver a lo que me enfrento y se enfrentan muchas por el simple hecho de nacer mujer.

No me asustan los temas que tocan, que son secuestro, abuso de poder, machismo, misoginia, violaciones, abusos sexuales, venta y tráfico de infantes; son temas delicados, que se escuchan desde hace tiempo. Y que debemos seguir luchando para erradicar, lo que a mí me impactó fue la vida, y postura de las protagonistas, el poder femenino, la sororidad, la vulnerabilidad por nacer mujer, y las etiquetas que la sociedad nos pone por ir en pos de nuestra libertad.

Quizá, como alguien me dijo: —¡Cálmate, es una serie! — ¡Sí! Una serie que te deja ver lo desnuda que estás cuando buscas concientizar no sólo a quien está alrededor de ti, sino buscar llegar un poquito más allá.

Actualmente estudio un diplomado en teología feminista, y justamente la semana en que vi la serie, las lecturas hicieron match con mi visión de mujer ante la violencia de género desde distintas jerarquías; los arquetipos que pude ver y que todas en algún momento hacemos presente en nuestra vida son: Dadoras, amantes, guerreras y sabias, explicarlos por individual es muy extenso, pero pretendo explicarlo en el podcast que vengo preparando para estos próximos días.

Las cuatro protagonistas y una antagonista representan los arquetipos de la mujer latinoamericana, y las etiquetas que nosotras mismas nos damos, y simplemente ponerles atención nos pueden enseñar tanto.

Por ejemplo, aprender la sororidad que se abraza con dos de ellas, Olivia (Antonia Zegers)  la comisario principal y líder, junto con Elisa Murillo (Daniela Vega) especialista en homicidios, nos han enseñado lo que significa ser sorora, por alguna razón ellas “no se podían ver” y entiendo, que a muchas de nosotras se nos ha enseñado a competir con la otra, sea cual sea, y por lo que sea, aun sin decirlo, es el ejemplo que tenemos para actuar; pero, la sororidad nos dice debemos ser sororas especialmente ante situaciones de discriminación sexual, actitudes y comportamientos machistas, y hay quienes no lo vemos así, al contrario, nosotras mismas fomentamos esas actitudes en contra de otra mujer, y ellas se olvidan de sus diferencias para poder enfrentarse a lo que tienen enfrente.

El desliz de Carla Farías (Maria Omegna) que no fue perdonado por su esposo, y la catalogó como una mala mujer, incluso como madre; y si, todas pudimos haber dicho lo mismo, pero, no podemos juzgar la forma en cómo reacciona la otra sin conocer que esta sucediendo en ella, tenían amenazada a su familia, y de alguna u otra forma estaba siendo seducida en su vulnerabilidad. Pero si hubiera sido él, el perdón hubiera sido seguro, al fin “es hombre”. Este comentario no me lleva a criticar a los hombres, menos a odiarlos, tengo vínculos con hombres increíbles, pero, me lleva a cuestionar a las mismas mujeres, por qué entre nosotras nos mandamos a la hoguera, por qué ir y juzgar a aquella que nos despierta nuestros propios demonios. Si, hay mujeres malas, violentas, incluso machistas (explicare esto en mí podcast) pero no podemos atentar contra la realidad de aquellas, sin antes entender la realidad en la que cada una vive, no como todas víctimas, sino como todas mujeres.

Celeste Ibarra (Paula Luchsinger) adolescentes entendiendo la lucha desde su juventud, arriesgándose a lo que los adultos no nos atreveríamos; no tengo hijos, y en mis planes no está tenerlos, pero tengo sobrinas, que son adolescentes, y otras que en un momento determinado llegaran a ser adolescentes, y que no conocen de miedos cuando se trata de actuar tanto para su bien como su mal, lo vimos con los chicos que pertenecen a la jauría. No miden las consecuencias de lo que sucede, y muchos, nos ven como sus enemigos, por no sentirse amados, entendidos, poco escuchados, o en otros casos, excesivamente protegidos (hablando de los chicos hijos del poder), las madres excesivamente solapadoras como la abogada madre de uno de los antagonistas y asesinos en la serie, también nos da la otra cara de la moneda con respecto a nuestra realidad de crianza, a veces creo que se nos olvidó nuestra vida adolescente.

¿Con que tranquilidad duermes, sabiendo que tus adolescentes pueden estar siendo cazadas, o siendo los cazadores? Parece una simple serie, pero te reto a hablar con tu adolescente más cercano (sobre todo si es tu hijo/hija) y preguntarle si algún comportamiento de la serie le parece familiar o similar a su realidad.

Elisa, la tenacidad de mujer para el bien de otra, que la llevo a tener que dejar su placa, por seguir y conseguir su propia lucha, pero ser castigada por la sociedad, disparar a adolescentes, que iban a abusar de otra adolescente, o quizá asesinar a otra adolescente.

¿Quién es el malo? ¿Quién debía morir entonces?

Los panoramas siempre serán distintos para todas, pero debemos de dejar atrás las etiquetas y arquetipos a los que estamos acostumbradas y se deberían seguir, porque ¿Quién dijo como debe ser una mujer?

Puedo seguir escribiendo sobre tantos otros puntos, incluso, se puede entender como algo exagerado, pero tenemos que aceptar que no es así, no sólo el caso principal, sino la doble lucha en la que nos enfrascamos por buscar nuestro empoderamiento y envolverlo en la misma manta de nuestra esencia femenina, para cumplir los estándares, arquetipos, estereotipos que nos siguen haciendo cautivas.

En busca de la tranquilidad y abriendo los ojos para seguir concientizando, en temas poco mencionados, donde, a veces es bueno que arda para darnos cuenta que seguimos en la lucha; me despido, no sin antes invitarte a que cada semana, este té de mujer sea placentero para ti, para mí, para todos, sin importar género, sexo, orientación sexual, condición política o social; tu creencia, tu fe, tu realidad, y me sigas en la página de Facebook Té de Mujer  por twitter me encuentras como Genesis Amayrani, También puedes escribirme y platicarme tus inquietudes, historia o preguntas al email tedemujer@gmail.com


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Bendiciones y que la sororidad pueda ser parte de ti, de mí y de todas.


Dioses, redes, bandas, banderas y recaídas.

 Hace algunas semanas comencé a ver una serie llamada “American Gods” basada en la novela homónima del escritor Neil Gaiman (2001) llevada a la pantalla en el 2017; la trama general es una guerra entre los dioses antiguos y los nuevos (spoiler alert), los antiguos encabezados por Mr. Wednesday quien realmente es Odín, rey de Asgard según la mitología Nórdica, se encuentran Loki, Bilquis (Reina de Saba) Anubis, Ostara, entre otros; y los nuevos liderados por Mr. Mundo (Tecnología) nos encontramos con Media e Internet; aquí es interesante ver como los dioses de la antigüedad buscan volver a tener el mismo auge frente a los humanos, comenzando una guerra con los dioses nuevos por recobrar la adoración de la raza humana. La serie me pareció interesante, que me llevó a investigar los personajes, y como en toda investigación una cosa te lleva a otra, encontré que el 30 de junio se celebra “el día mundial de las redes sociales” ¡así es! las redes sociales que todos nosotros utilizamos, dígase Twitter, Facebook, WhatsApp, LinkedIn, Instagram, Tik-Tok, YouTube, etc. ¡Tienen un día mundial para ser celebradas!

El objetivo es destacar y/o entender a las redes sociales como una herramienta que le permita al mundo una mejor comunicación, sin ser necesaria la espera. Éstas, nos conectan con personas de intereses similares y permiten desarrollar ciertos vínculos de manera rápida y afectiva sin importar donde nos encontremos, por ejemplo, una gran amiga ex compañera de trabajo, vive actualmente en Shanghái, China, y todo su embarazo, me permitió acompañar su alegría por medio de sus redes sociales, vibre de emoción al ver la primera foto de su bebé a unas horas de nacido.  

Y bueno, con esto de la pandemia, las redes sociales se hicieron importantes para muchos, la plataforma Qustodio mostró que las cuatro favoritas son las siguientes:

1.     Tik-Tok

2.     Instagram

3.     Snapchat

4.     YouTube

Interesante ¿no? Éstas han venido a marcar una nueva generación en el mundo de la tecnología, por ejemplo, con los hashtags (etiquetas) y han sido genialmente utilizadas por comunidades para defender movimientos sociales.

Tal es el caso de los KPOPERS, Los seguidores de la música Kpop o Korean Pop, música popular coreana, que es una mezcla de rock de comienzos de los 90’s con música electrónica, hip hop, blues y, por supuesto, pop; nació en Corea del Sur y desde ahí ha pasado por Europa, EUA y se está incubando en Latinoamérica como un fenómeno de masas entre los jóvenes. Y esto lo podemos comprobar platicando un poco con nuestro adolescente favorito.          

Y si algo saben hacer bien los KPOPERS en las redes sociales, es defender a todo aquel que lo necesita, en esta ocasión se unieron para derribar el Hashtag homofóbico #OrgulloHetero. Todo esto como solidaridad a la comunidad LGBTQ.

Pues el 28 de junio, se celebra mundialmente desde 1970 el día internacional del orgullo LGBTQ+. Esta celebración fue inspirada por los disturbios de Stonewall, es fácil olvidar sus orígenes solemnes, pero conmemora los enfrentamientos entre policías y manifestantes frente a un bar gay en New york. A fines de la década de los 60’s, en la mayor parte de EUA era Ilegal ser homosexual, ni una sola ley los protegía y no había políticos ni cultura que los respaldara. En realidad, Stonewall incito a una generación de activistas a formar un movimiento masivo de derechos civiles.

Ocho años después, el artista plástico y activista Gilbert Baker inspirado en la canción Over the Rainbow, muestra por primera vez en San Francisco en el festival del orgullo de 1978, la bandera arcoíris como símbolo de la comunidad. La bandera nace como necesidad de tener un símbolo representativo y esto surge por el asesinato de Harvey Milk, empresario y símbolo del movimiento en la misma ciudad. Desde entonces, la bandera luce para reivindicar la lucha de la comunidad LGTBQ+ y sus derechos como personas civiles.

Pero, tal parece que, aun en el siglo XXI, muchos desprestigian, y señalan abiertamente a cualquiera que se salga de los cánones Hombre-Mujer, inmiscuyéndose en la vida privada de personas que NO conocen o conocen. Por esta razón, los KPOPERS asumieron abiertamente su postura hacia los derechos civiles y el salvaguardar a aquellos que requieran ayuda por la ignorancia y violencia de otros. Tan fácil y sencillo fue, como subir la foto favorita de bandas de KPOP y usar el hashtag.

Con los movimientos sociales como el que acabo de mencionar, no se busca que “cambies de bando”, simplemente se busca concientizar a la sociedad en general sobre los desafíos a los que se enfrentan las minorías por creer, ser y vivir distinto a lo que nos ha enseñado la iglesia, y lo hablo así, porque la cultura mexicana es totalmente cristiana (católico, evangélico o cualquiera que profese a Cristo) y nuestros estándares para un comportamiento social tienen como base la religión, y la fe.

A muchos, se nos ha enseñado a discriminar a quienes no son como nosotros, y aquí quiero englobar todo, si X no tiene la misma ideología política que yo, ¡lo discrimino! Y si no le va al mismo equipo de futbol que yo ¡lo discrimino! Por lo tanto, si L y G no quieren creer y tener fe en lo que yo creo ¡lo discrimino! Y así, lejos estamos de creer en el Dios de Amor, que habla Jesús en la biblia.

En mis estudios de teología, se mencionó lo que dijo una gran teóloga contemporánea, Cris Conti, y dice “si como cristianismo entendemos lo que nos dejó Jesus, no hay justificaciones para ninguna forma de discriminación”. Si el propio Jesus dijo “Ni yo te condeno” Entonces, ¿Qué nos lleva a seguir haciendo daño con nuestros comentarios discriminatorios?

Hoy es cuando más deberíamos solidarizarnos, la recaída por el COVID-19 ha repercutido abiertamente a los hospitales locales, y del estado, la alerta está en su máximo, y no, no es por cuestiones apocalípticas, es por la necedad de muchos y por no cumplir con las medidas sanitarias. Una amiga Medico de una clínica local aquí me dice “a esto nos enfrentamos” a la terquedad de muchos civiles por ¡NO HACER CASO A LAS MEDIDAS DE HIGIENE Y SEGURIDAD! Sinceramente, admiro aquellos médicos que todos los días están en el frente de la guerra por recobrar nuestra salud, pero seamos solidarios con ellos, no nos cuesta nada llevar nuestro cubre boca.

Con la esperanza en que pronto saldremos de esto, y nuestro corazón se llenara de amor por el prójimo respetando su libertad de creencia y género me despido, no sin antes invitarte a que cada semana, este té de mujer sea placentero para ti, para mí, para todos, sin importar género, sexo, orientación sexual, condición política, social, o económica; tu creencia, tu fe, y así, con banderas de paz, me sigas en la página de Facebook Té de Mujer  por twitter y Facebook me encuentras como Genesis Amayrani, También puedes escribirme y platicarme tus inquietudes, historia, o preguntas al email tedemujer@gmail.com


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Solsticio de verano; fuerza y esperanza.

 Entre tanto caos económico, natural, social, y de salud, incluso político; creo que a muy pocos nos quedan ganas de seguir escuchando como en la región noreste del estado (justo donde nos encontramos) los casos positivos del COVID-19 han aumentado, etcétera.

No pienso tocar nuevamente el tema, a mi parecer, y opinión, creo que la columna (al menos en esta ocasión) debe ser algo esperanzador, cálido, y lleno de luz, tal cual solsticio de verano.

El pasado fin de semana, hablando del sábado 20 y domingo 21 de junio, hubo dos celebraciones en el país, el primero, fue la celebración del día del padre, que como muchos sabemos, es el tercer domingo de junio, me encantó ver muchas fotos en las redes sociales de compañeros con sus hijos, y de grandes amistades con sus padres.

Independientemente que el arquetipo del padre no sea tan considerado como el de la madre, creo, que debe ser una celebración grandiosa para el padre presente, el que libera, motiva; el que no teme decirle a su hijo “te amo” abrazarlo, besarlo, y darle la seguridad que se necesita del padre presente, no sólo en lo económico, sino presente en cualquier ámbito, ya que la educación no debe corresponder sólo a la madre.

Otra de las celebraciones, que en lo personal a mí me encanta, es el solsticio de verano, celebrado el 20 de junio, es el día más largo del año y el momento en el que el sol está en su máxima elevación, hay ciertas creencias que lo abrazan como un símbolo, el triunfo de la luz sobre la oscuridad; es oficialmente la llegada del verano a nuestra tierra.

Por muchos años, desde las culturas antiguas el solsticio de verano ha tenido gran significado espiritual para los humanos que siempre han vivido maravillados por el poder y majestuosidad del sol.

El solsticio de verano también recibe otros nombres en algunas tradiciones, como Litha, Midsummer, Lethu, Noite de San Xoán (gallego); estas mismas tienen que ver con el agradecimiento a los dioses y diosas, en especial aquellos relacionados con la fertilidad y el agua. Anna Franklin en su libro “Midsummer, A Natural Time of Celebration” menciona lo siguiente sobre esta celebración “Cada cultura, en algún momento de su historia, marcó la época del Solsticio de Verano (Midsummer y/o pleno verano) y lo mantuvo como una celebración mágica. Los celtas, los nórdicos, y los eslavos creían que había tres noches espirituales en el año en el que abundaba la magia, la primera Samhain, la víspera de mayo (conocida como bealtaine y/o noche de walpurgis) y la víspera o solsticio de verano. […] a medida que el sol del solsticio sale en su día de mayor poder, dibuja con él, el poder de las hierbas, piedras y los cristales. Los días fríos y oscuros del invierno, el Tizón están muy lejos, el momento de luz y calor, verano y la siembra, están aquí. Naturalmente, nos sentimos más alegres y queremos pasar más tiempo al aire libre. Los cultivos se plantan y crecen muy bien; el inicio del verano es un momento natural de celebración.”   

La tierra está inundada de fertilidad.  Los espíritus de la naturaleza están muy activos por el cambio de estación. Es un momento adecuado para retomar los proyectos que se han dejado pendientes. Etcétera.

Para las sociedades agrícolas, y quienes tienen este tipo de calendario (como los paganos, los wiccas, los asatru, etc.) los cultivos están creciendo en los campos con el calor del sol, por lo tanto, Litha es una época de venerar el sol. Es un tiempo para celebrar tanto el trabajo como el placer, porque ya se hicieron las siembras y solo falta esperar la cosecha. El pleno verano es tiempo de absorber los rayos calientes del sol. También es una festividad relacionada con la fertilidad de la naturaleza. (Zeraoui, Farah. 2020)

Y basándonos en esta celebración, y las muchas creencias, historias, mitos, leyendas que podemos traer a nuestra mente, creo, que estamos en el momento exacto para dejarle ver a quienes lo necesitan, esa empatía cálida que podemos llegar a tener; la economía localmente está teniendo cierto colapso, algunos empresarios locales, emprendedores sufrieron los estragos del confinamiento, o simplemente algún amigo cercano tuvo pérdidas económicas y ha estado buscando una manera de sobrevivir con algún tipo de venta, ¿Por qué no ayudarlos? El verano nos invita a compartir, a dar, a celebrar, pero no sólo celebrar un cumpleaños, a celebrar la vida, el conocimiento, incluso la fe, o quizá, abrazar cálidamente a aquellos que tuvieron alguna perdida en estos días pasados. Ahora nuestros días son más largos, más calurosos, donde debemos mantenernos mas hidratados, junto a nuestros adultos mayores, niños, mascotas, plantas, para poder soportar y disfrutar la belleza del sol; esto no quiere decir que la noche acabó, simplemente que tenemos más luz para poder retomar la fuerza que nos falte. Quizá, el conocer sobre una celebración para mucha mágica, no nos hará más positivos, ni dejaremos de pasar la mala racha que como sociedad estamos viendo, pero creo nos puede dar más que pensar, incluso para recordar a aquellos que no están, y quedarnos con un suspiro de tranquilidad, sin olvidar la nostalgia y agradecimiento.

Y, para terminar, sólo quiero agregar unas líneas que leí por alguna red social hace ya días atrás.

¡Vivan los padres responsables!

¡Vivan los papás viudos y solteros que hacen de su paternidad admirable, el mismo o mejor jale que nosotras las mamás solteras!

¡Vivan los padres que aportan menos dinero que las madres, pero son mejores aportando amor!

¡Vivan los padres presentes en amor, dedicación, cariño y respeto!

Es una buena temporada para cambiar actitudes, para comenzar a sembrar una paternidad amorosa, sin prejuicios tontos, olvidando el “Ser macho” y decirle a tu hijo varón “hijo te amo”, para aprender cosas nuevas desde casa, para salir al patio por las mañanas y darnos un baño de calor natural y del sol, (sí, no importa que nuestra ciudad sea terrosa, y poco árida, tiene gente bella).

Deseando que el sismo de este pasado martes 23, haya quedado en un sólo susto, mando mis mejores vibras a mis conocidos y amigos del centro del país.

Así que no importa tu género, sexo, orientación sexual, condición política, social o económica, tu creencia, tu fe; te invito a que cada semana, este té de mujer sea placentero para todos, y me sigas por la página de Facebook Té de Mujer  por twitter y Facebook me encuentras como Genesis Amayrani, También puedes escribirme y platicarme tus inquietudes, historia, o preguntas al email tedemujer@gmail.com


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Me despido de ti, y deseo que toda la energía más bella del universo te abrace.

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFIA

Zeraoui, Farah Leyeli. (Junio, 2018) Litha, Ciudad de México, México.

https://web.facebook.com/LeyasShop/

FRANKLIN, Anna. (2003). Magical celebrations of the summer solstice: Midsummer. USA: St. Paul, Minnesota. Llewellyn Publications.